La administración Trump reabre las áreas silvestres de Alaska a la perforación y la minería

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La administración Trump ha revocado las restricciones de la era Biden, autorizando la perforación y minería de petróleo y gas en la mitad de la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska (NPR-A), una extensión de 23 millones de acres de frágil tundra y humedales árticos. La medida, anunciada el jueves, desbloquea el desarrollo en una región crítica para el caribú, los osos pardos, las aves migratorias y las prácticas de subsistencia de los nativos de Alaska.

Políticas cambiantes y seguridad energética

La decisión revierte una política de la administración Biden implementada el año pasado para proteger 13 millones de acres dentro de la NPR-A. El secretario del Interior, Doug Burgum, afirmó que la reapertura de la reserva “liberará el potencial energético de Alaska, creará empleos para las comunidades de North Slope y fortalecerá la seguridad energética estadounidense”. La medida se alinea con una estrategia más amplia de la administración Trump para expandir agresivamente la producción de combustibles fósiles en todo Estados Unidos, incluidos los planes finalizados para perforar en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico y próximas propuestas para abrir vastas áreas costa afuera al desarrollo de petróleo y gas.

Apoyo político y de la industria

El anuncio fue recibido con elogios de los defensores de la industria petrolera y de los legisladores de Alaska. El gobernador Mike Dunleavy lo calificó como “otro paso en la dirección correcta para Alaska y el dominio energético estadounidense”, mientras que el senador Dan Sullivan lo aclamó como “un nuevo día lleno de oportunidades para los habitantes de Alaska”. La decisión revierte las regulaciones a las establecidas en 1977, facilitando la concesión de permisos para operaciones de perforación y minería.

Preocupaciones ambientales e indígenas

Grupos ambientalistas y algunas comunidades nativas de Alaska han condenado la medida. El abogado de Earthjustice, Erik Grafe, lo describió como una “agenda imprudente en materia de combustibles fósiles”, mientras que Monica Scherer, de la Alaska Wilderness League, acusó al Departamento del Interior de ignorar miles de comentarios públicos que se oponían a la perforación en la reserva. El NPR-A, originalmente designado como suministro de combustible de emergencia para la Armada a principios de 1900, fue posteriormente destinado a un desarrollo equilibrado bajo el mandato del Congreso de 1976.

Respuestas indígenas divididas

Las comunidades indígenas siguen divididas. Mientras algunos apoyan los beneficios económicos, otros enfatizan los riesgos ambientales y las amenazas a las prácticas tradicionales de subsistencia. Nagruk Harcharek, presidente de Voice of the Arctic Inupiat, dijo que la medida reconoce la “autodeterminación de North Slope Inupiaq”. Sin embargo, la decisión genera preocupación sobre la aceleración de los impactos del cambio climático en una región que se calienta dos o tres veces más rápido que el resto de Estados Unidos, alterando la estabilidad del permafrost, el hielo marino y la seguridad alimentaria indígena.

La revocación de las protecciones de la era Biden subraya el compromiso de la administración Trump con la expansión de los combustibles fósiles a pesar de la creciente oposición ambiental e indígena. Las consecuencias a largo plazo para el frágil ecosistema ártico y las comunidades locales siguen siendo inciertas