Cometa interestelar 3I/ATLAS: un espectáculo de chorros a su paso por nuestro Sol

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El cometa 3I/ATLAS, el tercer visitante confirmado de nuestro Sistema Solar procedente del espacio interestelar (después de ʻOumuamua y Borisov), está ofreciendo un espectáculo espectacular. Las imágenes capturadas después de su máxima aproximación al Sol revelan una estructura compleja de múltiples chorros que salen disparados del núcleo del cometa. Esta espectacular exhibición lo convierte en un objetivo principal para futuros estudios por parte de telescopios poderosos como Hubble y Webb.

Descubierto en julio de 2025 por el telescopio de rastreo ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) de la NASA, 3I/ATLAS se lanzó hacia nuestro sistema solar desde la dirección de la constelación de Sagitario. Su órbita altamente elíptica, considerada “hiperbólica” debido a su extrema excentricidad y velocidad, lo designó como el objeto dinámicamente más extremo jamás registrado.

Al alcanzar el perihelio (punto más cercano al Sol) el 30 de octubre de 2025, 3I/ATLAS se deslizó justo dentro de la órbita de Marte a una velocidad vertiginosa de aproximadamente 68 km/s. Esta proximidad ocultó temporalmente al cometa de los telescopios terrestres, pero poco después reapareció y comenzó su viaje de regreso al espacio interestelar.

Las primeras imágenes tomadas después del perihelio, el 31 de octubre, mostraban una leve coma (nube borrosa que rodea el núcleo) pero carecían de chorros visibles. Sin embargo, el 8 de noviembre, los astrónomos del grupo ICQ Comet Observations capturaron imágenes sorprendentes de al menos siete chorros que emanaban en varias direcciones, algunos incluso formando anti-colas que apuntan directamente en dirección opuesta al movimiento del cometa.

Estas intrincadas estructuras de chorro plantean preguntas intrigantes sobre la composición y el comportamiento de 3I/ATLAS. El profesor Avi Loeb de la Universidad de Harvard destaca esta anomalía: “Dado que un gran número de chorros aparecen en muchas direcciones, la aceleración no gravitacional reportada del 3I/ATLAS requiere que mucho más del 10-20% de su masa inicial haya sido eyectada cerca del perihelio”, explica. “Sólo una fracción de esa masa lleva un exceso de impulso en una dirección preferida”. Esto sugiere que una porción sustancial del material del cometa debe estar disperso como escombros, lo que sugiere una composición única en comparación con los cometas típicos de nuestro Sistema Solar.

Otras observaciones realizadas por un equipo de la Asociación Astronómica Británica (BAA) el 9 de noviembre revelaron una larga cola “humeante” y dos prominentes chorros anti-cola, solidificando el caso de esta extraordinaria actividad de chorro.

El cometa realizará su máxima aproximación a la Tierra el 19 de diciembre a una distancia de aproximadamente 269 millones de kilómetros, aproximadamente cien veces la longitud de su estructura en chorro. Esta proximidad convierte a 3I/ATLAS en un objetivo ideal para análisis detallados mediante telescopios potentes como Hubble y Webb, que prometen información valiosa sobre este enigmático visitante interestelar y sus procesos dinámicos.