La icónica estructura de doble hélice del ADN, que gira cuidadosamente en espiral sobre sí misma, da una impresión simplista de nuestro código genético. En realidad, el ADN es increíblemente dinámico, se retuerce, se dobla y se somete a reparaciones constantemente orquestadas por proteínas minúsculas. Captar estos movimientos, que ocurren en una escala menor que una milmillonésima de metro (el nivel de angstrom), ha sido durante mucho tiempo un gran desafío en biología molecular.
Ahora, investigadores de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign han dado un gran paso adelante al desarrollar dos técnicas innovadoras que les permiten observar e incluso guiar el movimiento del ADN con un detalle sin precedentes. Estos avances abren nuevas posibilidades para comprender cómo funciona el ADN, desde su papel en enfermedades como el cáncer hasta el desarrollo de nuevas terapias farmacológicas.
Una cámara a nanoescala: visualización del movimiento con claridad atómica
El primer avance gira en torno a una “cámara de ADN” construida sobre una sola capa de grafeno, un material de sólo un átomo de espesor. Este método, llamado GETvNA (amplificación transitoria de campo cercano habilitada con grafeno), fue desarrollado originalmente por investigadores del Laboratorio Tinnefeld de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich. Aprovecha el hecho de que las moléculas de ADN se mantienen erguidas sobre las superficies de grafeno, asemejándose a pequeñas banderas ondeando en el viento a nanoescala.
Esta orientación vertical permite la detección de cambios estructurales sutiles en el ADN a medida que se mueve. El equipo de Aksimentiev se basó en esta base y utilizó modelos computacionales avanzados para profundizar en los detalles a nivel atómico de cómo funciona GETvNA.
El sistema proporciona una resolución de menos de un angstrom y captura eventos en tiempo real, algo crucial para observar procesos como la reparación de daños en el ADN o el movimiento de proteínas a lo largo de su longitud. Este nivel de precisión supera lo que es posible con los microscopios tradicionales, permitiendo descifrar la coreografía de las moléculas dentro de las células vivas.
Más allá de la observación: guiando el movimiento del ADN
Pero ver no siempre es suficiente. ¿Qué pasaría si los investigadores también pudieran controlar dónde se mueve el ADN? Esta capacidad abre puertas para clasificar y manipular hebras individuales, e incluso construir “máquinas moleculares” rudimentarias. El equipo de Aksimentiev descubrió que el nitruro de boro hexagonal (hBN), otro material 2D, podría usarse para guiar el ADN monocatenario a lo largo de caminos específicos.
Estas vías están formadas por “escaleras” naturales en la superficie del hBN: pequeños defectos escalonados que crean canales a nanoescala para biomoléculas. El equipo descubrió que, si bien el movimiento inicialmente previsto era mucho más rápido, en realidad, las moléculas de ADN se ralentizaban significativamente al encontrar estos defectos. Este sorprendente descubrimiento, explicado mediante un intrincado análisis computacional, reveló cómo las imperfecciones atómicas en la superficie del hBN actúan como trampas temporales, lo que permite a los investigadores controlar con precisión el movimiento del ADN.
Impacto y direcciones futuras: una nueva era de precisión molecular
Estos avances combinados tienen implicaciones significativas para una variedad de campos:
- Investigación biomédica: La capacidad de rastrear moléculas de ADN individuales que interactúan con proteínas en tiempo real podría revolucionar nuestra comprensión de enfermedades como el cáncer, donde estas interacciones a menudo se interrumpen. También proporciona una plataforma sin precedentes para probar y desarrollar nuevos fármacos dirigidos a estos eventos moleculares específicos.
- Biosensibilidad: Controlar con precisión el movimiento del ADN abre caminos para biosensores altamente sensibles capaces de detectar cantidades diminutas de biomoléculas, con aplicaciones que van desde diagnósticos médicos hasta monitoreo ambiental.
La accesibilidad de GETvNA (que solo requiere un microscopio de fluorescencia estándar) es particularmente innovadora. democratiza el acceso a este nivel de detalle molecular, lo que permite a investigadores de todo el mundo realizar estudios de alta resolución sin necesidad de costosos equipos especializados.
Aksimentiev y su equipo continúan explorando los intrincados detalles del movimiento del ADN en superficies 2D. Su trabajo futuro se centra en comprender cómo se comporta el ADN en escalas de tiempo aún más largas (de milisegundos a segundos) utilizando modelos computacionales avanzados para cerrar la brecha entre las simulaciones atómicas y las observaciones del mundo real.
Estas innovaciones ejemplifican cómo la investigación fundamental, junto con poderosas herramientas computacionales, puede abrir nuevas ventanas a las complejidades de la vida en su nivel más básico. La capacidad no sólo de ver sino también de guiar los movimientos del ADN allana el camino para descubrimientos innovadores en medicina, ciencia de materiales y nuestra comprensión de la esencia misma de la vida misma.












































