Según una nueva investigación, la vajilla de bambú, a menudo promocionada como una alternativa saludable y sostenible al plástico, en realidad puede plantear riesgos para la salud del consumidor. Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Química y Tecnología de Praga (UCT Praga) reveló que estos productos pueden filtrar sustancias químicas potencialmente dañinas como la melamina a los alimentos. Los hallazgos fueron publicados en la revista Food Control.
Si bien se comercializan como naturales y seguros, muchos platos de bambú no están hechos enteramente de bambú. En cambio, suelen combinar fibras de bambú con resina plástica que contiene melamina-formaldehído. Esta mezcla genera preocupación porque el bambú puede acelerar la descomposición de la resina, lo que podría provocar una mayor filtración de sustancias nocivas en nuestros alimentos.
El equipo de UCT Praga analizó 33 platos de origen biológico comprados en mercados de tres países: la República Checa, el Reino Unido y China. Descubrieron que la melamina estaba presente en un preocupante 32% de estos artículos, casi exclusivamente en los que contenían bambú. Las pruebas de migración de melamina que simularon el uso en el mundo real mostraron que seis productos a base de bambú excedieron los límites legales de lixiviación de melamina en simulantes alimentarios, niveles establecidos por la Unión Europea (UE). En particular, se detectó que la melamina migraba a bebidas comunes como el té de limón caliente y el jugo de naranja, lo que indica una vía directa de exposición del consumidor.
Etiquetas engañosas y lagunas regulatorias
“Nuestros hallazgos son una importante advertencia para los consumidores que creen que están tomando decisiones más saludables al optar por vajillas de origen biológico”, afirmó la profesora Jana Hajslova, investigadora principal del estudio del Departamento de Análisis de Alimentos y Nutrición de la UCT Praga. “La etiqueta ‘natural’ puede ser muy engañosa. Muchos productos etiquetados como 100% bambú o biodegradables en realidad están compuestos en gran medida de resina plástica con relleno de bambú”.
Si bien la UE prohibió el bambú como aditivo en materiales plásticos en contacto con alimentos en 2021 debido a estos problemas de seguridad, el estudio indica que estos artículos siguen a la venta. Esto pone de relieve no sólo una brecha regulatoria sino también prácticas de marketing engañosas empleadas por algunos fabricantes.
Más allá de la melamina: otros riesgos potenciales
El estudio descubrió otros contaminantes además de la melamina. Se detectaron pesticidas en varios platos de base biológica elaborados con cereales, mientras que los productos de bambú contenían principalmente residuos de desinfectantes.
Esta investigación subraya la necesidad urgente de una vigilancia del mercado más estricta y una mayor concienciación de los consumidores. Elegir vajillas “ecológicas” basándose únicamente en afirmaciones de marketing puede generar riesgos para la salud no deseados. Los consumidores deberían ser más exigentes y mirar más allá de las etiquetas para comprender la verdadera composición de estos productos antes de tomar decisiones de compra.
