España establecerá una red nacional de refugios climáticos en edificios públicos de cara a la próxima temporada de verano, anunció el miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La iniciativa es una respuesta directa a las olas de calor cada vez más frecuentes y severas impulsadas por el cambio climático, que ahora se consideran “la nueva normalidad” para el país.
Temperaturas en aumento y un clima cambiante
España soportó el verano más caluroso registrado en 2025, marcado por tres olas de calor distintas. En un período prolongado de agosto las temperaturas superaron los 45°C (113°F) durante dieciséis días consecutivos, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). El gobierno reconoce que el calor extremo ya no es un evento ocasional sino una amenaza sostenida.
“Las sequías y olas de calor devastadoras ya no son raras. Algunos veranos, no nos enfrentamos a olas separadas, sino a una larga ola de calor que se extiende de junio a agosto”. —Pedro Sánchez
The Shelter Network: detalles y financiación
La red nacional proporcionará acceso a espacios frescos para todos los ciudadanos, dando prioridad a las zonas más afectadas por el calor extremo. El gobierno central asignará los fondos para garantizar una distribución equitativa, aprovechando las iniciativas regionales existentes que ya están en marcha en Cataluña, el País Vasco y Murcia.
Barcelona, por ejemplo, ya opera aproximadamente 400 refugios climáticos en bibliotecas, museos, instalaciones deportivas y centros comerciales. Estos espacios con aire acondicionado ofrecen asientos y agua gratis, especialmente dirigidos a poblaciones vulnerables como ancianos, bebés, personas con problemas de salud y personas con recursos económicos limitados.
Medidas más amplias de resiliencia climática
El programa de vivienda es sólo un componente de un pacto estatal más amplio para abordar el cambio climático. El gobierno también asignará 20 millones de euros (24 millones de dólares) para la prevención de inundaciones en ciudades pequeñas y 20 millones de euros adicionales para la prevención de incendios forestales, reconociendo que el calor extremo es sólo una faceta de una crisis climática más amplia.
Las propuestas aún deben pasar por el Congreso de los Diputados. Sánchez ha pedido a otros partidos políticos que apoyen la iniciativa, enmarcándola como un esfuerzo no partidista para proteger al país de los crecientes riesgos climáticos.
El costo humano del calor extremo
La urgencia de esta acción se ve subrayada por el creciente número de muertes por causas relacionadas con el calor. Se estima que durante el verano de 2025 se produjeron 3.800 muertes, un aumento del 88% en comparación con 2024, según el Ministerio de Salud. La devastadora temporada de incendios forestales, que quemó más de 400.000 hectáreas, ilustra aún más las graves consecuencias del cambio climático desenfrenado.
La medida de España refleja una creciente tendencia global de los gobiernos a adaptarse a los impactos inevitables del cambio climático. El país está entre los primeros en Europa en lanzar una red nacional de refugios climáticos, sentando un precedente potencial para otras naciones que enfrentan amenazas similares. La eficacia de este enfoque dependerá de una financiación sostenida, un acceso equitativo y una sensibilización continua entre las poblaciones vulnerables.
























