Un nuevo estudio revela una sorprendente relación de cooperación entre las orcas y los delfines de flancos blancos del Pacífico frente a la costa de Columbia Británica. Las orcas parecen explotar el comportamiento de búsqueda de alimento de los delfines para localizar salmones, mientras que los delfines pueden beneficiarse de los restos de presas sobrantes. Esta interacción, descrita por los investigadores como una “amistad improbable”, pone de relieve la compleja dinámica de los ecosistemas marinos.
La Asociación de Caza
El estudio, dirigido por la ecologista marina Sarah Fortune de la Universidad de Dalhousie, encontró que las orcas residentes siguen deliberadamente bancos de delfines de flancos blancos del Pacífico. Estos delfines son muy eficaces para criar salmón Chinook, una fuente de alimento clave para las orcas. Al seguir a los delfines, las ballenas obtienen acceso a presas que de otro modo serían más difíciles de capturar.
La dinámica observada bajo el agua difiere de la apariencia en la superficie. Lo que parece un caos aleatorio es en realidad una alianza calculada en la que las orcas utilizan efectivamente a los delfines como guías involuntarios. Los investigadores señalan que las orcas no muestran signos de agresión hacia los delfines, lo que sugiere una tolerancia que beneficia a ambas partes.
Por qué esto es importante
Esta alianza no es sólo una observación curiosa; subraya la adaptabilidad de los depredadores marinos. Las orcas son superdepredadores conocidos por su inteligencia y diversas estrategias de caza. El hecho de que hayan aprendido a aprovechar el comportamiento de otra especie indica un alto grado de flexibilidad cognitiva.
Mientras tanto, el delfín de flancos blancos del Pacífico obtiene cierto grado de protección al asociarse con las orcas. Si bien es posible que queden algunos restos, el acuerdo no es puramente altruista. Los delfines simplemente quedan atrapados en una dinámica en la que sus patrones de alimentación ayudan sin darse cuenta a las orcas.
Implicaciones para la conservación
Comprender estas relaciones entre especies es fundamental para la conservación marina. Los cambios en las poblaciones de salmón, las temperaturas del océano o la actividad humana podrían alterar este delicado equilibrio. Se necesita más investigación para determinar los efectos a largo plazo de estas interacciones tanto en las especies como en el ecosistema en general.
El estudio demuestra que incluso los superdepredadores dependen de aliados inesperados para maximizar su eficiencia de caza. Esto pone de relieve la interconexión de la vida marina y la necesidad de estrategias de conservación holísticas.
























