Una impactante imagen de una ballena jorobada siendo liberada de un enredo recibió el primer premio en el Concurso de Fotografía de Oceanía 2025 de Nature Conservancy. La fotografía ganadora, capturada por Miesa Grobbelaar frente a la costa de Ha’apai, Tonga, muestra un momento en el que la ballena pareció reconocer a sus rescatadores inmediatamente después de ser liberada.
La operación de rescate
Grobbelaar y su equipo respondieron a una llamada de socorro relacionada con una ballena atrapada por una cadena muy oxidada que le estaba cortando gravemente la cola. El equipo de rescate trabajó metódicamente para soltar la cadena, que finalmente se rompió después de un cuidadoso esfuerzo. Grobbelaar relató que la ballena “hizo una pausa y nos miró, como si diera las gracias” tras su liberación.
Poblaciones de ballenas jorobadas: una recuperación mixta
Si bien las ballenas jorobadas ya no están clasificadas como una especie en peligro de extinción en general, algunas poblaciones siguen siendo vulnerables. Las ballenas frente a la costa de Tonga, que ascienden a unos pocos miles, están aproximadamente un 30% por debajo de los niveles históricos antes de la caza extensiva de ballenas a mediados del siglo XX. Esto demuestra que incluso con la recuperación de toda la especie, las poblaciones localizadas todavía enfrentan amenazas significativas. El actual riesgo de enredo subraya esta realidad.
Aspectos destacados del concurso
El Concurso de Fotografía de Oceanía, abierto a presentaciones de Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón, otorgó premios en múltiples categorías. Otras obras ganadoras incluyeron una imagen cautivadora de un hongo Pluteus velutinornatus de Nic Wooding y un lapso de tiempo caleidoscópico del cielo nocturno sobre el Parque Nacional Windjana Gorge de Australia Occidental de Scott Portelli. También se reconoció una vibrante fotografía de una hembra de camarón mantis pavo real cuidando sus huevos, tomada por Peter McGee en Bali.
“Es horrible y hermoso, es la relación de la humanidad con la naturaleza en su peor momento y la humanidad cuidando de la naturaleza en su mejor momento, todo al mismo tiempo”, dijo Jarrod Boord, uno de los jueces del concurso.
Las fotografías ganadoras no sólo celebran la belleza de la región de Oceanía sino que también resaltan el delicado equilibrio entre el impacto humano y los esfuerzos de conservación. Los resultados del concurso sirven como recordatorio visual de la necesidad de una protección continua de la vida silvestre vulnerable y sus hábitats.
