El príncipe William, heredero al trono británico, rindió un conmovedor homenaje a su difunta madre, la princesa Diana, durante una visita a la icónica estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro. Su visita hizo eco de una fotografía tomada a Diana hace 34 años, lo que provocó una reflexión sobre el legado perdurable de su madre.
Un poderoso eco del pasado
El Príncipe de Gales se encontraba en el mismo mirador donde la princesa Diana fue fotografiada en abril de 1991, durante una gira por Brasil junto al entonces Príncipe Carlos. La recreación deliberada resalta el impacto duradero de la presencia de Diana en Brasil y sirve como una conexión visual entre dos generaciones. Este momento subraya el afecto duradero que los brasileños sienten por la Princesa de Gales.
Parte de un viaje más amplio centrado en la acción climática
La visita de William a Río es el tercer día de un viaje de cinco días a Brasil, centrado principalmente en promover su iniciativa ambiental, el Premio Earthshot. El premio, otorgado anualmente por la organización benéfica fundada por William, reconoce soluciones innovadoras a los desafíos ambientales.
El premio Earthshot: un evento repleto de estrellas
La culminación de esta etapa de la gira de William es la ceremonia de entrega del Premio Earthshot el miércoles por la noche, que se llevará a cabo en el Museo del Mañana. El evento contará con actuaciones de artistas globales como Kylie Minogue y Shawn Mendes, mientras cinco proyectos innovadores reciben cada uno £1 millón para escalar su impacto ambiental.
Hablando en el escenario global
Más allá de la ceremonia de premiación, el Príncipe William también tiene previsto dirigirse a la reunión climática COP30, demostrando su compromiso de discutir y apoyar los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.
Reflexionando sobre un legado
Durante sus compromisos públicos en Río, William escuchó constantemente a personas que recordaban la visita de su madre en 1991. “Al príncipe le ha encantado conocer a tanta gente de todo Río durante los últimos días”, dijo un portavoz. “Le ha impresionado increíblemente la cantidad de personas que recuerdan con cariño la visita de su madre a esta hermosa ciudad”.
Un momento de contemplación tranquila
La estatua del Cristo Redentor, una de las esculturas Art Déco más grandes del mundo, con una altura de 30 metros y una envergadura de 28 metros, es más que una estructura impresionante. Se ha convertido en un símbolo de esperanza y resiliencia para el pueblo de Río. Durante su visita, William se tomó un momento alejado de las cámaras para reflexionar tranquilamente en la capilla ubicada debajo de la estatua.
El viaje del príncipe se ha asegurado con mayores medidas de seguridad, incluida la suspensión temporal del acceso público a la estatua para garantizar la privacidad y la seguridad.
La visita de William sirve como un poderoso recordatorio del legado de su madre y una reafirmación de su propia dedicación a la acción ambiental y la colaboración global.










































